Sin cambios urgentes, el aumento de casos de COVID-19 después de las vacaciones empeorará

Preocupados los líderes de salud del condado de Los Ángeles dijeron el miércoles que la región estaba perdiendo rápidamente su batalla contra el COVID-19 a medida que el virus se propaga sin control, añadiendo que solo cambios inmediatos y decisivos en el comportamiento pueden prevenir un aumento pronunciado de las muertes.

“Hoy estoy más preocupada que nunca”, dijo la directora de Salud Pública del Condado de Los Ángeles, Bárbara Ferrer.

“Esta es una crisis de salud de proporciones épicas y necesitamos que todos – y me refiero a todos - usen las herramientas que tienen en sus manos para ayudarnos a reducir la transmisión de este virus mortal”.

El sur de California y gran parte del estado están bajo una orden de permanencia en casa, que las autoridades creen que ha marcado la diferencia, pero que no es compatible con los viajes de vacaciones, reuniones y eventos sociales.

Ferrer y otros dijeron que creen que el virus se está propagando en los lugares de trabajo, y luego en las comunidades cuando las familias se reúnen.

Esto es especialmente cierto en los barrios con familias multigeneracionales que viven bajo un mismo techo, a menudo en condiciones de hacinamiento.

Las autoridades han instado a la gente a quedarse en casa tanto como sea posible y limitar las compras si pueden.

“Depende de nosotros como comunidad el si queremos o no volver a tener las cosas bajo control. Las reuniones de Acción de Gracias han puesto en tensión a los hospitales de nuestro Condado, el más poblado de la nación. Pero no podemos dejar que eso nos detenga y tampoco que nos haga sentir derrotados”, dijo la Dra. Christina Ghaly, directora de servicios de salud del condado de Los Ángeles.

“Tenemos el poder de controlar este virus si decidimos hacerlo, y depende de nosotros”, agregó.

Las infecciones por coronavirus en California alcanzaron los 2.5 millones el miércoles.

Según el rastreador del Times, 1 de cada 16 personas en el estado ha dado positivo por el virus en algún momento de la pandemia, con el número de nuevos casos aumentando en más de 1 millón en menos de un mes.

La situación del condado de Los Ángeles es particularmente sombría. Diariamente, 1 de cada 5 pruebas da positivo. Ese número era 1 de cada 25 a principios de noviembre.

Lo que había sido un inexorable aumento diario de hospitalizaciones por COVID-19 ha comenzado a nivelarse, probablemente representando un período de transmisión del virus relativamente más bajo en el primer par de semanas de diciembre, más o menos el momento en que se emitió la orden regional de quedarse en casa, pero antes de que la gente empezara a reunirse para las vacaciones de Navidad.

Pero se espera que esos logros sean de corta duración.

Los datos de movilidad sugieren que hubo muchos viajes y socialización a finales de diciembre. Si no hubiera sido así, el brote local estaría alcanzando su punto máximo ahora y comenzando a disminuir pronto.

En el marco de la orden de permanecer en casa, se han cerrado temporalmente los comedores al aire libre y algunos negocios como las peluquerías.

Pero los centros comerciales siguen abiertos, al igual que muchas tiendas minoristas, con protocolos de seguridad.

Esta semana, las autoridades dijeron que el virus se había extendido, y repitieron estos cambios sugeridos en el comportamiento: Evitar comer o beber con alguien que no pertenezca a su hogar; lavarse o desinfectarse las manos cada hora si está cerca de otros; hacer ejercicio solo o únicamente con otros miembros de su hogar.

Durante la última semana, el Condado ha tenido un promedio de 183 muertes de COVID-19 al día - el equivalente a una cada ocho minutos - y 13.500 nuevas infecciones de coronavirus, un conteo que se espera que crezca con la reapertura de los sitios de prueba después de las fiestas.

El conteo de casos de coronavirus acumulado del Condado ahora supera los 853.000.

“Cuanto mayor sea el número de nuevos casos, mayor será la cantidad de personas que terminen necesitando atención en el hospital”, dijo Ferrer. “Y muchos individuos que ingresan al hospital para recibir atención, tienen estadías significativamente más largas”.

Los pacientes de COVID-19 ahora pasan un promedio de seis o siete días en el hospital hasta que son dados de alta o mueren.

Los hospitales se han visto obligados a añadir capacidad de UCI utilizando el espacio en otras partes del sanatorio para alojar a los pacientes críticamente enfermos, incluyendo las salas de recuperación.

“La capacidad general de las UCI está muy por encima de lo que normalmente sería”, expuso Ghaly, y cerca de tres cuartas partes del espacio de UCI con personal ahora está lleno de pacientes con COVID.

Otras partes del sur de California también han sido duramente golpeadas.

En el condado de San Diego, después de publicar 1.814 nuevos casos el martes, el número saltó a 3.815 el miércoles.

Nathan Fletcher, presidente de la Junta de Supervisores del Condado, dijo durante la reunión semanal de COVID-19 del Condado que los expertos continúan prediciendo un aumento significativo de casos adicionales, y eventualmente de hospitalizaciones, relacionados con la semana de vacaciones de Nochebuena y Año Nuevo.

“Esperamos que los casos tras el período de vacaciones lleguen pronto, y que el correspondiente aumento de hospitalizaciones continúe hasta el final del mes”, dijo Fletcher.

Los funcionarios del condado de Orange reportaron 3.077 nuevos casos, llevando el total reportado en el Condado a 175.032. Se registraron 17 decesos adicionales.

Esas muertes incluyen alrededor de cinco residentes de centros de enfermería especializada y 12 de centros de vida asistida.

Las muertes en el condado de Orange son 1.943.

La escritora del Times Community News, Lilly Nguyen, y Paul Sisson del San Diego Union-Tribune contribuyeron a este informe.

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