Anuncio

El condado de Los Ángeles padece retrasos en la respuesta de ambulancias a las llamadas al 911, a medida que el COVID-19 ejerce presión sobre los hospitales

Suero intravenoso en un hospital
Se les pide a los angelinos que eviten la sala de emergencias a menos que tengan una verdadera urgencia médica. Mientras tanto, aumentan las hospitalizaciones de niños con COVID-19.
(Jae C. Hong / Associated Press)

El condado de Los Ángeles está comenzando a ver demoras en la respuesta de las ambulancias a las llamadas al 911, a medida que más empleados no pueden trabajar debido a enfermedades relacionadas con COVID y las ambulancias se ven obligadas a esperar para trasladar a los pacientes dentro de los hospitales, informaron funcionarios de salud el lunes.

“Las personas deben comunicarse con sus médicos para obtener sugerencias para tratar los síntomas leves de COVID”, indicó el Departamento de Servicios de Salud del condado en una declaración al Times. “No busque la prueba de COVID en los departamentos de emergencia, sino en sitios establecidos”.

Mientras tanto, las hospitalizaciones de niños con infecciones por coronavirus en el condado de Los Ángeles se han triplicado en el último mes.

Anuncio

Hubo 3.25 veces más niños de hasta 4 años internados en Navidad, en comparación con el 4 de diciembre. Durante el mismo período, las hospitalizaciones para aquellos de 12 a 17 años fueron 3 veces más altas, mientras que para los pequeños con edades de 5 a 11 años eran 1.5 veces mayores.

Los estudios han demostrado que la variante Ómicron tiene menos probabilidades que Delta de infectar los pulmones, lo que en adultos podría reducir la posibilidad de neumonía y problemas respiratorios.

Pero Ómicron debe su ultracontagio a su destreza para infectar el sistema respiratorio superior, y eso podría representar un problema para los niños, señaló el Dr. Scott Gottlieb, ex comisionado de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), a la cadena CBS en el programa “Face the Nation” el domingo. Los niños pequeños, destacó, “tienen problemas con las infecciones de las vías respiratorias superiores. Y, de hecho, se están viendo más infecciones similares al crup y bronquiolitis en la ciudad de Nueva York entre los menores. Entonces, eso podría ser un desafío para los pequeños, y estamos observando un incremento de las hospitalizaciones entre ese segmento pediátrico”.

“Esta no ha sido una enfermedad benigna en los niños pequeños. Existe la percepción de que no se han visto muy afectados hasta la fecha por el coronavirus. Eso simplemente no es cierto. Hemos registrado más de 600 muertes pediátricas por COVID en los últimos dos años”, agregó Gottlieb. Para poner eso en perspectiva, explicó, solo ha habido tres decesos pediátricos por influenza durante el curso de la pandemia.

“Así que esto está afectando a los niños, y en particular a los más pequeños”, informó. “Y esta nueva cepa podría tener predilección por las vías respiratorias superiores, lo que podría ser un desafío mayor en los niños pequeños debido a la forma en que se une a las células de las vías respiratorias”.

Para reducir la propagación del coronavirus, los funcionarios de salud instan a los residentes del condado de Los Ángeles a usar cubrebocas de grado médico, como mascarillas quirúrgicas o azules, o cubrebocas N95, KN95 o KF94. Usar una cubierta facial de tela vieja y que no se ajuste bien es menos efectivo. Colocar un cubrebocas de tela encima de una mascarilla quirúrgica puede ser más eficaz que una cubierta quirúrgica sola, ya que se ajusta a la piel.

Las autoridades instaron el lunes a las personas a evitar ir a la sala de emergencias a menos que tengan una verdadera urgencia médica.

“Si bien seguimos experimentando el aumento de casos, [el Departamento de] Salud Pública les recuerda a los residentes que eviten visitar la sala de emergencias a menos que necesiten atención médica urgente. Los residentes no deben visitar el departamento de emergencias únicamente para hacerse una prueba de COVID o por molestias leves que podrían resolverse a través de su médico de atención primaria”, señaló el condado en un comunicado.

“Las visitas a la sala de emergencias deben reservarse para aquellos pacientes que se sienten gravemente enfermos, por ejemplo, los que tienen dificultad para respirar, o que tienen serias preocupaciones sobre su salud y que requieren atención de emergencia inmediata”.

El condado de Los Ángeles informó el lunes 16.269 nuevos casos de coronavirus, un conteo artificialmente bajo debido a los retrasos en los informes durante el fin de semana de Año Nuevo.

El condado registró 23.553 casos nuevos el sábado y 21.200 más el domingo, muy por encima del promedio máximo del invierno pasado de 16.000 por día. Es probable que esos números del fin de semana tampoco estén contabilizados totalmente debido a la festividad.

Aproximadamente el 22.5% de los residentes del condado de Los Ángeles, más de 1 de cada 5, que se hicieron la prueba durante la semana pasada dieron positivo por el coronavirus. Ahora se estima que la tasa de transmisión en el condado es mayor que en cualquier otro momento desde los primeros meses de la pandemia, a medida que los casos se multiplican por todo California. Cada persona infectada en Los Ángeles está transmitiendo el virus a un promedio de otras dos, según cálculos estatales publicados el lunes por la tarde. Durante el incremento repentino del invierno pasado, la tasa de transmisión estimada nunca superó la cifra de 1.4, según el Departamento de Servicios de Salud del condado.

Los funcionarios escolares de Los Ángeles han ordenado a los estudiantes y al personal que se sometan a pruebas obligatorias de coronavirus antes de regresar al campus el 10 de enero, después de las vacaciones de invierno. Los funcionarios de salud instaron a que todo el personal y los alumnos se realicen la prueba antes o durante los primeros días de clases.

Los empleados de todas las escuelas públicas y privadas del condado de Los Ángeles deberán usar cubrebocas de grado médico en el trabajo, también los estudiantes y el personal deben utilizar mascarilla al aire libre en espacios abarrotados, según las reforzadas reglas emitidas recientemente.

La directora de Salud Pública del condado de Los Ángeles, Bárbara Ferrer, mencionó en una declaración que el personal, los docentes y los alumnos deben recibir vacunas de refuerzo tan pronto como sean elegibles. Los refuerzos están disponibles para aquellos mayores de 16 años.

“Una protección importante contra la transmisión en el aire de este virus son los cubrebocas de calidad superior que se ajustan bien, y todas las personas deben usarlos en las escuelas cuando estén en interiores y en los espacios abarrotados al aire libre. Y cuando sea posible, los niños y el personal deben tener una prueba de COVID-19 negativa la primera semana que regresen al salón de clases”, indicó Ferrer.

El gobierno federal ha comenzado el proceso para hacer que los adolescentes más jóvenes sean elegibles para las vacunas de refuerzo. La FDA autorizó el lunes refuerzos para niños de 12 a 15 años, pero los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) deben hacer una recomendación antes de que las inyecciones estén disponibles para ese grupo de edad.

“Los datos muestran que no hay nuevos problemas de seguridad después de un refuerzo en esta población”, indicó la FDA en un comunicado. La agencia agregó que no se reportaron nuevos casos de miocarditis, una inflamación en el corazón.

La FDA también redujo, de seis a cinco meses, el lapso de tiempo autorizado entre la segunda dosis de la serie de vacunación primaria de Pfizer-BioNTech y una inyección de refuerzo, para cualquier persona de 12 años o más.

Además, la agencia autorizó a ciertos niños de 5 a 11 años con el sistema inmunológico debilitado a recibir una tercera dosis del antígeno contra COVID-19.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí.

Anuncio