‘Canelo’ Álvarez, con todo para lucir

ALEJANDRO FIGUEROA — Fans del boxeo mexicano (dolidos tras el ‘baile’ que le dieron a Julio César Chávez Jr), refresquen la ilusión en sus figuras emergentes: Saúl Álvarez tiene el reto de poner su nombre y el del pugilismo azteca en lo alto, ante un rival sobre el que debe lucir.

‘Canelo’ (44-1-1; 31 KO’s), relegado estos días a segundo plano por el huracán mediático del choque Floyd Mayweather vs Manny Pacquiao, alista los puños para reaparecer el 9 de mayo ante James Kirkland, en el Minute Maid Park de Houston, Texas.

En el ring no hay enemigo pequeño, pero si ‘Canelo’ (24 años) está físicamente como presume, deberá firmar sólido triunfo en su retorno, luego de ceder la corona mundial Superwelter ante Mayweather y tras dos opacas victorias sobre Alfredo Angulo y Erislandy Lara.

¿Por qué debe lucir Álvarez en su vuelta al ring?

Porque necesita resanar su credibilidad en su campaña rumbo a un nuevo título mundial.

Porque Kirkland, por muy bien preparado que esté, ‘resentirá’ la inactividad de más de un año, además de que solo ha tenido dos peleas en los recientes tres años, por lesiones que sufrió y que lo marginaron de las clasificaciones.

James (32-1; 28 KO’s), con hambre de resurgir, tenía buena imagen hasta antes de padecer físicamente: presumía fortaleza, propone el combate y tenía potente golpeo.

Pero ‘Canelo’ vs Kirkland no es el combate que los aficionados al boxeo querían ver, por más que el mexicano repita ese verso.

Los fans querían a Saúl ante el boricua Miguel Cotto, quien le dio la vuelta cuando estaba a punto de firmar el choque.

Sin embargo, el choque ‘Canelo’ vs Cotto se daría en septiembre próximo, pero antes de que el mexicano haga planes, deberá superar a Kirkland sin ninguna duda.

De no vencer con categoría, sus bonos volverán a bajar y los fans se lo recriminarán, pues tras el derrumbe de Chávez Jr y con Juan Manuel Márquez a las puertas del retiro, solo Saúl luce como la figura capaz de poner el nombre del pugilismo azteca en lo alto.

Es su momento para mostrar que puede regresar con sólidos argumentos.