Belasteguín aspira en Logroño a recuperar su mejor nivel
- Share via
Eduardo Palacios Logroño (España) — El argentino Fernando Belasteguin, probablemente el mejor jugador de pádel de la historia, ha debutado este jueves en el torneo de Logroño del World Pádel Tour, con el objetivo de volver a ganar y recuperar las sensaciones de estar a su mejor nivel tras un año muy complicado.
Así lo ha explicado a Efe el jugador argentino, quien empieza “a volver a jugar sin pensar en el codo”, en alusión al problema en el brazo derecho que le hizo estar inactivo más de la mitad de 2018.
Algo muy complicado de asimilar para Fernando Belasteguín (Pehuajó. Buenos Aires. 1979), número uno del pádel durante 16 años y 8 meses consecutivos, “algo que nadie podrá hacer, al menos, hasta 2035”, bromea.
“Llegué a pensar en dejarlo, fueron ocho meses muy duros, pero ahora en lo que pienso es en disfrutar”, recalca.
Una vez que ha recuperado sus mejores sensaciones, no se marca objetivos concretos, sino “entrar en cada partido como si fuera el último”.
“Cuando estaba mal, pensaba en recuperarme, pero no para volver al número uno, sino para poder jugar otros tres o cuatro años”.
Reconoce haber tenido “mucha suerte” porque ha “aguantado hasta los 39 años sin ninguna lesión importante”, salvo la del último año, y “para cualquier deportista eso es algo que ayuda mucho”.
Belasteguín, “Bela” como se le conoce en el circuito, considera que 2019 es un “reinicio” de su carrera, aunque su calidad queda demostrada con el simple hecho de que, al final de 2018, sin estar recuperado del todo, disputó el Máster de Pádel y lo ganó, a pesar de que le aconsejaron que no lo disputara.
“También jugué un torneo en agosto”, recuerda, pero insiste en que “el año pasado fue el peor” de su carrera. “Fue muy duro y hasta llegué a pensar en dejarlo”.
En 2019 debutó en el primer torneo del World Padel Tour, en Marbella (Málaga), junto a su pareja desde hace muchos años, el brasileño Pablo Lima, con el que ha “logrado jugar bien desde hace años”, y, aunque “no ser el campeón de ese torneo pareció un fracaso, simplemente hay que ser consciente de que otra pareja fue mejor y ya está”.
Pero por eso mismo ha llegado a Logroño con más “hambre” y además, el codo le ha permitido entrenar mejor, por lo que tiene claro que su objetivo es ganar en la capital riojana y volver a acercarse al número uno del ránking mundial.
Belasteguín, no obstante, también asume que su lesión le ha permitido, por primera vez en muchos años, “ver el pádel desde fuera” y sacar conclusiones sobre este deporte, que “tiene un gran margen del mejora”.
“El pádel es un deporte muy nuevo”, considera el argentino, en alusión a una modalidad que nació en los años sesenta del pasado siglo en México y “lo tiene todo para crecer”.
Cree que “la propia competencia dentro del deporte es muy importante, cuanta más mejor, porque eso atrae a más público y genera más expectación”.
Pero también defiende que “el pádel tiene que dar más pasos hacia el profesionalismo” de los jugadores “por medio de unos premios económicos mayores”.
No habla por él, que con sus títulos es el jugador no solo con más ganancias, sino el más respaldado por los patrocinadores, pero “hace falta que jugadores que van a los torneos y juegan las primeras rondas puedan ser profesionales al cien por cien”.
Para ello, el World Padel Tour, el principal circuito del mundo del pádel, “debe seguir progresando”, aunque “lo cierto es que cada año lo hace, cada año es el mejor circuito de todos los tiempos”; pero también debe extender su “base” de jugadores jóvenes para que “lleguen al pádel, aunque sea desde otros deportes”.
Belasteguin rechaza, en esta cuestión, que el tenis sea una competencia a la hora de que los niños empiecen a jugar, “sino que puede ser un buen paso previo”.
“Los niños tienen que hacer deporte, el que sea, mejorar su coordinación y sus condiciones”, ha considerado, y, después, “se puede pensar en hacer jugadores cien por cien de pádel”, que es “lo que necesitan “para crecer”.