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Nueva curadora del MCA de Chicago quiere dar voz a artistas de las minorías

EFE

La puertorriqueña Carla Acevedo-Yates llegará en julio próximo al Museo de Arte Contemporáneo ( MCA ) de Chicago para ejercer de curadora pero también para contar historias en las que tendrán un papel fundamental el arte de creadores hispanos y latinoamericanos.

“Mi manera de abordar a montar las exhibiciones tiene mucho que ver con contar historias”, explica Acevedo-Yates en entrevista telefónica con Efe justo antes de cerrar la puerta de su despacho en Michigan por última vez antes de irse a casa para hacer las cajas de embalaje y mudarse a Chicago, donde trabajará desde el 1 de julio.

La boricua mantiene el espíritu de escritora de cuando estudiaba Literatura y Poesía en la universidad y sus inicios profesionales cuando firmaba reseñas sobre exhibiciones de arte.

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Dice que una curadora no simplemente elige cuadros bonitos, sino que estos deben traducir las ideas de los artistas para crear una narrativa consistente: “Las exhibiciones son una forma de la comunicación”, asegura.

Su primera experiencia con las artes visuales en un ambiente profesional, de hecho, fue escribir sobre las exhibiciones en su San Juan natal.

Acevedo-Yates nació y creció en Puerto Rico, donde la mayoría de sus amigos eran artistas visuales, sobre todo fotógrafos, escultores y artistas gráficas.

“Después de ver muchas exhibiciones y escribir sobre ellas, me di cuenta de que quería curar mis propias exhibiciones y empecé a hacerlo en San Juan”, recuerda.

Lanzó esta carrera en espacios alternativos, como edificios abandonados, y luego en las galerías de la ciudad.

Viajó después a Nueva York, donde asistió al Barnard College para estudiar poesía y literatura y luego hizo un Máster en el Centro de Estudios Curatoriales de Bard University y escribió sobre arte en las publicaciones de Art Agenda y Artpulse, entre otras.

Desde entonces, la tierra de su juventud permanece en sus pensamientos.

“Como puertorriqueña, el colonialismo ha tenido un gran impacto en mi trabajo curatorial. Hay que reconocer que el desarrollo y la evolución del arte en Latinoamérica y el Caribe han sido profundamente impactado por los contextos sociales y políticos”, dice.

“Puerto Rico ha sufrido los estragos del colonialismo, y todavía está sufriendo, después del huracán María y la respuesta de la administración de (presidente Donald) Trump”, afirma.

En su opinión, los artistas locales creando obras de una manera diferente después del huracán, pues el arte no existe “sin base, es contextual” y, por ello, está “nutrido por las condiciones y las circunstancias”.

En su puesto más reciente, como curadora asociada en el Museo de Eli y Edythe Broad, de la Michigan State University, Acevedo-Yates montó una exhibición este año titulada The Edge of Things: Dissident Art Under Repressive Regimes (El borde de las cosas: el arte disidente bajo regímenes represivos).

La exposición, abierta hasta el 5 de enero de 2020, aborda la producción artística experimental que se desarrolló bajo dictaduras militares en Argentina, Brasil, y Chile.

Acevedo-Yates había aprendido mucho sobre estos movimientos en sus trabajos anteriores como residente curatorial en el Espaço Fonte, en Recife (Brasil), en 2014, y en el R.I.C., en Santiago de Chile, en 2015.

“Los artistas han respondido a momentos difíciles a través de su trabajo. No es inusual que las coyunturas políticas y sociales coincidan con las estéticas. El arte no es un lujo; es una necesidad”, afirma.

Viene al reconocido MCA de Chicago con el compromiso de destacar el arte de las minorías en un momento político “polarizado” en el que se “fomenta el miedo al otro y a la diferencia, y en donde se obstruyen los diálogos desde diferentes perspectivas”.

Por ello, para la puertorriqueña es importante destacar y dar visibilidad a artistas de estas comunidades que forman parte de la historia de los Estados Unidos y, por lo tanto, de la “historia del arte occidental”, aunque a menudo son “excluidos de la historia del arte hegemónica”.

“Es importante reconocerlas y darles visibilidad desde un contexto institucional”, afirma Acevedo-Yates.

En Chicago, la población latina ha crecido un 6 % desde el 2010, y Acevedo-Yates relata que muchos artistas de Latinoamérica y el Caribe hacen sus estudios posgraduados en la ciudad.

“Estoy comenzando a conocer la escena artística en Chicago. Estoy muy emocionada de poder conectar con estas comunidades y conocer más a profundidad su producción artística”, dice.

Toma muy en serio este nuevo capítulo de su historia profesional, en el que como persona con un trabajo cara al público en una institución pública tiene una “responsabilidad” de responder a los “contextos”, ya sean las “localidades, las poblaciones, y también el clima social y político en el que vivimos”.

“Pienso que el arte es una herramienta importante para pensar de una manera creativa sobre las soluciones a nuestros problemas típicos, tanto los individuales como los de la sociedad. Siento una responsabilidad personal de abordarlo tras mi perspectiva única y tras distintos artistas”, considera.

Al llegar a Chicago, su plan es de arrancar a toda marcha y hablar con los artistas locales para conocerles lo antes posible, en una vertiente de su trabajo que equipara al de “traductora” de lenguajes artísticos para el público en general y para eso debe “entender bien” con quién está tratando.

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