El gobierno de California debe enfocarse en soluciones reales para afrontar la sequía

La comunidad latina ha sido afectada fuertemente por las constantes sequías en todo el estado. En algunas de las comunidades principalmente agrícolas del Valle Central, las tasas de desempleo han alcanzado el 40 por ciento.

Las personas no solo están perdiendo sus empleos sino que se están quedando sin agua. En East Porterville dentro del Condado Tulare se han secado los pozos que son la principal fuente hídrica. La comunidad está principalmente conformada por trabajadores rurales que no pueden pagar los altos costos de instalar otra fuente de recursos hídricos. Ahora tienen que confiar en el agua embotellada como la única fuente de agua limpia.

Los expertos dicen que esta sequía es la más grave de los últimos 1200 años. La agricultura se ha visto afectada significativamente, y esto tiene un impacto en aspectos importantes de la economía de California. Muchos han visto decaer sus economías, incluyendo a los conductores de camiones que entregan los productos a los jardineros que se ocupan de nuestro césped. De hecho, un estudio reciente de la UC Davis arrojó que esta escasez hídrica dejará a 18,600 californianos sin trabajo este año.

Como usted, tanto como mi familia o mis vecinos, hemos tenido que recortar nuestro consumo de agua en un 25 por ciento. Las frases como “el marrón es el nuevo verde” pueden ser bastante pegadizas, pero no podemos confiar en la conservación como la única solución para esta situación. A diferencia de otros desastres naturales que hemos experimentado en el pasado, tales como terremotos e inundaciones, actualmente podemos planificar con anticipación para garantizar que estamos preparados.

El estado necesita una importante reinversión para el almacenamiento hídrico y el uso de tecnología para garantizar que todos podamos contar con recursos hídricos confiables. Incluso algunas comunidades confían actualmente en el agua reciclada para las tareas de mantenimiento del paisaje.

La sequía no solo ha afectado a los hogares sino también a los lugares de trabajo, y ha perjudicado a los dueños de las pequeñas empresas como, por ejemplo, restaurantes y salones de belleza. Incluso estamos observando que los precios de las frutas, los vegetales, la leche y las carnes son cada vez más altos cuando vamos a la tienda de comestibles, y esto se debe a la sequía. Corremos el riesgo real de ver cómo se vacían los estantes de las tiendas mientras continúa la sequía y no se aporta una solución real.

Todos necesitamos hacer nuestra parte para conservar el agua, pero el gobierno estatal no puede quedarse sentado mientras la gente sufre. Ya es hora de que haya una solución al problema hídrico que aplique el principio de “todo lo antes mencionado”.

Esto implica eliminar los bloqueos de las carreteras para que podamos construir más instalaciones de almacenamiento para nuestros recursos hídricos. También implica un mayor uso de agua reciclada, porque con la última tecnología podemos someter el agua a procesos de limpieza para su uso diario. Esto implica además darle a la desalinización una mayor consideración para transformar el agua de mar en agua dulce y buscar formas de usar el agua de una manera más eficiente.

Es ahora el momento de la acción para garantizar que el agua fluya libremente siempre que abramos el grifo.